«Nosotros, científicos y expertos, hacemos un llamado a los accionistas de TotalEnergies para que voten en contra de la estrategia climática de la firma»

Iuna trayectoria de las políticas actuales nos lleva a un calentamiento global de + 3,2°C En comparación con la era preindustrial para 2100. Con un calentamiento global de más de 1,5 °C, muchos sistemas humanos y naturales se enfrentarán a graves riesgos con impactos parcialmente irreversibles y mayores daños. Sin embargo, tal y como señala el último informe del grupo III del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), las emisiones vinculadas a las infraestructuras fósiles existentes y actualmente previstas ya superan las emisiones netas acumuladas de los escenarios que nos permiten limitar la calefacción a + 1,5° C. En este contexto, como recuerda elAgencia Internacional de Energía (AIE) en 2021ya no tienen cabida nuevos proyectos fósiles si queremos alcanzar emisiones netas cero para 2050 y solo una reducción drástica, inmediata y duradera de las emisiones de gases de efecto invernadero (entre un 40 y un 70 % para 2050) condujo a una desaceleración del calentamiento global.

Sin embargo, la multinacional francesa TotalEnergies y las demás majors siguen desarrollando nuevos proyectos de petróleo y gas (“bombas climáticas”) por todo el mundo. TotalEnergies, que se presenta como una empresa comprometida con la transición energética, es la petrolera internacional que más ha aprobado nuevos proyectos de petróleo y gas en 2022. Cada uno de ellos nos aleja un poco más de un mundo con una economía descarbonizada.

Su proyecto de oleoducto Eacop en Uganda y Tanzania, conectado a los pozos Tilenga y Kingfisher en Uganda, es uno de los proyectos climáticos de las emblemáticas majors petroleras. A pesar de las conclusiones de la IEA y el IPCC, TotalEnergies persiste en querer desarrollar el gasoducto calentado más largo del mundo (1.443 kilómetros). Este proyecto emitirádurante los veinticinco años anunciados, más de 379 millones de toneladas de CO2 equivalente2 (incluida la combustión de aceite). Este oleoducto ha puesto en peligro áreas con una biodiversidad particularmente sensible y su desarrollo ya se ha visto frenado por violaciones comprobadas de los derechos humanos en Uganda y Tanzania. Este proyecto, repetidamente pospuesto, es absurdo en un mundo que verá el rápido declive de los combustibles fósiles; pero, quizás TotalEnergies cree que el sector petrolero puede apoyar la transición energética.

Redefiniendo nuestras necesidades

Ante numerosas críticas, la multinacional defiende la idea de que pesa sólo «responder a la solicitud» desarrollando sus proyectos de petróleo y gas. Como recordó un colectivo de científicos (Liberar del 23 de febrero), este argumento, que se enmarca dentro de los doce “discurso que retrasa la acción climática”, es engañoso para muchos anticipado. Principalmente, no distingue entre demanda y necesidad. La demanda energética actual de ninguna manera corresponde únicamente a las necesidades; como lo demuestran los debates sobre los aviones privados. En segundo lugar, los productores siempre han buscado y continúan buscando dirigir la demanda futura de energía hacia los combustibles fósiles; el último ejemplo es el número récord de cabilderos de la industria fósil en la COP27 y la falta de mención de una salida planificada de los combustibles fósiles en el texto final.

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