La gasolina cierra 2023 con el precio más barato en casi dos años | Economía

La gasolina despide el año en España con el precio medio más barato de todo 2023. Un año complicado para el mercado de carburantes por las tensiones que se arrastraban de los ejercicios anteriores (cuellos de botella en la recuperación de la pandemia, guerra de Ucrania…) y las nuevas que han surgido y siguen surgiendo. Pese a ello, la gasolina marca esta semana una media de 1,532 euros por litro, y habría que retroceder casi dos años, hasta la semana del 20 de enero de 2022, para encontrar un importe más bajo. El diésel, por su parte, logra rebajar la barrera psicológica de los 1,5 euros por litro. Según los datos del último Boletín Petrolero de la Unión Europea, publicados este jueves, un litro de gasóleo se paga de media esta semana a 1,493 euros. No es el menor importe del año porque entre finales de abril y finales de julio repostar este combustible salía más económico, pero sí supone un cambio considerable con la situación de doce semanas atrás, cuando llegó a rozar los 1,7 euros por litro.

En realidad, los precios de los combustibles suman ya tres meses a la baja en España. El de la gasolina empezó a caer en la primera semana de octubre, paradójicamente la misma en que se produjo el ataque de Hamás contra Israel que ha elevado la tensión en Oriente Próximo hasta niveles desconocidos en años. Esa guerra sigue (como la del este de Europa), pero los malos augurios de muchos expertos sobre los importes del petróleo, que momentáneamente se elevaron, no se han cumplido. Aunque lo cierto es que tampoco se han despejado todas las incertidumbres, como muestra la reciente crisis que han provocado los rebeldes hutíes de Yemen al mostrar su apoyo a la causa palestina atacando barcos en el mar Rojo, por donde pasa un 12% del comercio mundial de crudo.

Con los importes actuales, llenar un depósito mediano (55 litros) supone un desembolso de 84,2 euros para un conductor de vehículo de gasolina y de 82,1 euros para uno de diésel. La rebaja de los últimos tiempos no impide que el paso por el surtidor salga más caro para los consumidores que hace un año, porque en la última semana de diciembre de 2022 todavía se aplicaba el descuento obligatorio de 20 céntimos por litro que el Gobierno aprobó tras la invasión rusa de Ucrania. Contando con esa ayuda entonces, la gasolina sigue siendo ahora un 12% más cara. El gasoil cuesta un 3,4% más. Sin embargo, si se mira desde la primera semana de 2023 (cuando ya había desaparecido la bonificación), la gasolina se ha abaratado en todo 2023 un 3,3% y el diésel lo ha hecho más de un 10%.

El gasóleo, de hecho, es el combustible que ha tenido un comportamiento más inesperado. En febrero entró en vigor la prohibición europea de comprar a Rusia este carburante. Europa es el mayor importador de diésel del mundo y hasta entonces un tercio del total procedía del gigante euroasiático. De nuevo se auguraba una subida de precios, pero lo cierto es que el litro marcó su importe más bajo del año a principios de mayo. Los expertos lo achacaron al acopio que habían hecho los distribuidores para capear el veto. Después, conforme se acercaba el verano, una época de gran demanda por los desplazamientos vacacionales, sí siguió el comportamiento previsible. Los precios empezaron a subir y tanto la gasolina (1,760 euros por litro) como el gasóleo (1,688 euros por litro) tocaron su máximo anual entre finales de septiembre y principios de octubre. Desde entonces todo han sido bajadas.

Pese a ello, los precios siguen en niveles históricamente muy elevados, casi impensables antes de que la pandemia y la guerra de Ucrania pusieran el mundo patas arriba y provocaran una escalada inflacionista desconocida en décadas. Tomando como ejemplo la gasolina, si se borrasen del histórico de precios los dos últimos años, el importe de esta semana sería el más alto de la historia. Hasta que llegó 2022, el máximo histórico de este combustible se había marcado en 2012, durante la Gran Recesión, y era de 1,522 euros por litro. Ahora, pagando un céntimo más, la impresión es que el mercado está volviendo a la normalidad. Y de hecho los combustibles y otros productos energéticos llevan meses siendo un componente fundamental de la rebaja de la inflación que están experimentando España y otras economías occidentales.

Lo que no ha variado en todo 2023, pese a las oscilaciones al alza o a la baja, es la posición intermedia de los precios en España respecto a otros socios comunitarios. En la gasolina esa norma se cumple esta semana a rajatabla: 13 países de los Veintisiete tienen una gasolina más cara y en otros 13 sale más económica. El techo lo marca Países Bajos con 1,888 euros por litro y el repostaje más barato se da en Rumanía (1,331 euros) aunque con escasa ventaja sobre Bulgaria (1,332 euros). En el caso del diésel hay 19 países donde este combustible es más costoso que en España. En Suecia incluso supera la barrera de los dos euros (2,048 euros por litro), mientras que Malta (1,210 euros) mantiene el importe más bajo.

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