¿Electricidad o gas? Una insólita «guerra» por las cocinas esta en Estados Unidos

Con veces, un pequeño artefacto a gas puede provocar una gran explosiónde consecuencias inesperadas.

El estallido prospera precisamente estas semanas en Estados Unidos, donde se ha desatado una insólita batalla politica y cultural alrededor de las cocinas tradicionales a gasUna guerra con una dura reacción de los ultraconservadores, que se intrecheraron a defender a este electrodoméstico como si fuera un gran bastión de la libertad individual.

El debate no es menor: datos de la Administración de Información Energética señalan que 187 millones de estadounidenses, casi el 40% de la población del país, cocina a gas.

el detonador

Todo comenzó hace semanas, cuando el director de la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo (CPSS), Richard Trumka, dijo que estaban considerando prohibir las cocinas a gas por posible peligro que en la calidad del aire de los hogares, incluso con el riesgo de generar asma en los niños, dijo citando un estudio del Revista Internacional de Epidemiologíaaunque el impacto varía según el tiempo que se use y la ventilación de la casa.

«Es un peligro oculto»Dijo Trumka.

«Cualquier opción está sobre la mesa. Los productos que no se pueden hacer seguros pueden ser prohibidos”.

Estas simples frases quemarán la mecha de indignación en los sectores mas conservadores que consideran que el Estado se estaba metiendo con uno de los objetos mas preciadossímbolo de la familia tradicional, para cambiarlos por la fuerza por otros eléctricos menos contaminantes.

Un «invento de la izquierda»

A los ultraderechistas estadounidenses se le ponen los pelos de punta cuando se habla de limpias energias porque creo en general que el cambio climatico es un «invento de la izquierda” para frenar el crecimiento económico de Estados Unidos.

En pocas horas las redes comenzaron a llenarse de memes y noticias falsas de supuestas «brigadas anticocinas» que invaden los hogares for arrancar el artefacto y llevárselo.

la gente consultaba a los fabricantes sobre los supuestos peligros del uso del gas.

In las redes postaban fotos de altos funcionarios demócratas –incluida la primera dama Jill Biden—cocinando en uno de esos polémicos electrodomésticos durante la pandemia. «Hipócrita», acusaban. En TikTok se mofaban de la corrección política de los progresistas con fotos de cocinas tiene gas con la leyenda: «Me autopercibo eléctrica”.

A los políticos más radicales se les enseñará a la ola, con el argumento de que la batalla contra las cocinas es un avance más en la injerencia del Estado sobre los ciudadanos y un nuevo defio en la guerra cultural que libran los progresistas contra los conservadores.

Denuncian que se avasallan los elementos y las vestimentas tradicionales en pos de tendencias «verdes» que ellos consideran una moda liberal, antiestadounidense e inservible.

El senador republicano Joe Manchin salió a protestar ante una posible prohibición: «El gobierno federal no tiene nada que decir a las familias estadounidenses sobre cómo cocinar su cena».

“Si esta es la mayor preocupación de la Comisión de Seguridad de los Productos de Consumo, pienso que debemos reevaluar a esa comisión”.

Otro senador republicano, Ted Cruz, dijo que la medida sería una «Asombrosa extralimitación» y que iban a investigar el tema «para detenerlo». Y advertí por Twitter sobre una lista de las “prohibits that impulsive los demócratas autoritarios”: cocinas a gas, carros de combustible, bolsas de plástico, sorbetes de plástico, lamparitas tradicionales, fracking y perforaciones petroleras.

El funcionario que desató el escándalo intentó explicar su declaración después de que el debate se extenderá por la televisión, las redes y la mesa de los estadounidenses.

«Por Ser Claros, the CPSC no les va a quitar las cocinas de gas de nadie. Las regulaciones se utilizarán a los nuevos productos”, dijo Trumka. Y explicó que sucedería como en Nueva York o California, donde estudian una reglamentación para obligar a que se coloquen en las viviendas nuevas cocinas electricas solas.

La Casa Blanca entrevistada

La vocera de Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, también salió a desmentir una campaña contra las cocinas. «Presidente Joe Biden no apoya la prohibición de las cocinas de gas y la CPSC, que es independiente, no las está prohibiendo”, dijo a los periodistas.

Pero no hubo caso. A pesar de las desmentidas y aclaraciones, el tema ya estaba instalado. Y la derecha lo atizó. El Gobernador de Florida Ron DeSantis, quien es un posible candidato presidencial republicano, enseñó a abordar al Gobierno: «Cuando decimos: ‘No pisen Florida’ o ‘Déjennos solos’, queremos decir eso, incluso con las cocinas de gas».

“Sé que muchas personas no quieren desprenderse de sus cocinas, así que vamos a defenderlas”, agregó. “Defendemos lo que es correcto y defendemos las libertades de las personas para tomar sus propias decisiones”, dijo DeSantis.

Rápido de reflejos, su campaña lanzó una serie de delantales de cocineros con una leyenda impresa que advierte a las autoridades federales: «No pises Florida». Se agotaron en menos de 24 horas.

El representante republicano Ronny Jackson de Texas dijo: «NUNCA renunciaré a mi cocina de gas». «Si los maníacos de la Casa Blanca vienen por mi cocina, pueden sacármela de mis frías manos muertas. ¡VENÍ Y TOMALAS!!», disafió.

Salidas de gases

Las cocinas a gas, generalmente instaladas en centros urbanos donde hay suministro mejores redespermite un control de temperatura más rápido y preciso que los eléctricos, lo que las hace populares entre los chefs de restaurants y los que disfrutan de preparar una buena comida.

Se instalan los artefactos de «inducción» en hogares «verdes» Oh en poblaciones más alejadas donde no llega la instalación de gas.

Uso de la electricidad para producir un campo magnético para calentarlo directa y directamente, permitiendo además un control preciso de la temperatura, pero hilos bronceados no populares as los de gas porque la tecnologia no es tan familiar y hijo mas caros por comparación.

Para promover el cambio a energías más verdes, la ley de Reducción de la Inflación aprobada el año pasado creo reembolsos de hasta 840 dolares a costa de los artefactos eléctricos. Pero las cocinas a gas por ahora resisten los embates y han logrado millones de defensores inesperados.

Washington, corresponsal

ap

Mira también