El ejército israelí irrumpe en un hospital y cerca otro al intensificar sus bombardeos en el sur de Gaza | Internacional

El ejército israelí ha tomado este lunes un hospital y cerca otro al penetrar por el oeste de la ciudad de Jan Yunis en su mayor campaña de bombardeos por tierra, mar y aire en el sur de Gaza en lo que va de año, que ha llevado a decenas de familias a huir. Tras días sin grandes cambios en las posiciones, las tropas han avanzado en Al Mawasi, una localidad a orillas del Mediterráneo que había designado previamente como zona segura. Las imágenes de la zona muestran nubes de humo provocadas por los bombardeos, blindados israelíes en nuevas zonas de Jan Yunis (la segunda mayor ciudad de Gaza), coches y familias enteras en remolques en dirección a la cercana región de Rafah, en la que se apiñan ya un millón de personas.

La región de Rafah, donde se encuentra el paso fronterizo con Egipto, concentra a la mayoría de los desplazados ―muchos han huido más de una vez de algún punto de la Franja―, por la intensificación de los ataques sobre Jan Yunis y Deir Al Balah, un campamento de refugiados en el centro, según recoge la agencia humanitaria de la ONU en su último informe, del domingo. Allí proliferan las tiendas de campaña montadas con restos de plásticos y ropa tendida en el exterior, y la gente se pelea para obtener al menos una comida al día.

El Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás en Gaza asegura que las tropas han tomado un hospital de Jan Yunis, Al Jair, y arrestado a personal médico. Solo queda un hospital accesible en la ciudad, Al Nasser, cuyas imágenes muestran heridos que son tratados en el suelo por falta de espacio. Un periodista en el hospital, Ahmed Al Madhul, ha difundido un vídeo de hombres cavando en el recinto para enterrar a los muertos, ante el peligro de abandonarlo, igual que sucedió en noviembre en el hospital Al Shifa, en Gaza capital. “Es muy difícil salir del complejo e ir a un cementerio y enterrarlos, porque estamos cercados y cualquiera que sale del complejo es atacado”, aseguraba uno de los participantes en los entierros, Abdelkarim Ahmad, a la agencia Reuters. Las autoridades aseguran que allí han sido sepultados 40 cadáveres.

Familias palestinas huían este lunes de Jan Yunis, la segunda ciudad más poblada de Gaza, por la intervención militar israelí.

IBRAHEEM ABU MUSTAFA (REUTERS)

También en Jan Yunis está el hospital Al Amal. La Media Luna Roja palestina ha asegurado en X, la red social antes llamada Twitter, que las tropas están rodeando su centro de ambulancias y les impiden salir a atender a los heridos en los bombardeos, que han dejado 50 muertos de madrugada en la ciudad. La Media Luna Roja palestina calcula que hay otras decenas de víctimas a las que no puede llegar y denuncia que ha perdido el contacto con sus equipos. Los muertos desde el inicio de la guerra, el 7 de octubre a raíz del ataque de Hamás, han alcanzado este lunes los 25.295, 190 de ellos en las últimas 24 horas, según el balance difundido este lunes por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás en Gaza. Cerca del 80% son menores y mujeres.

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El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, adelantó el domingo que “la operación en Jan Yunis se expandirá e intensificará a más sitios”. “Nubes de humo cubrirán los cielos de Gaza hasta que logremos nuestros objetivos”, señaló.

División

El avance de las tropas israelíes se produce en medio de una creciente división interna en torno a su curso. Aunque la gran mayoría de la población judía del país apoya la guerra, han surgido cada vez más interrogantes sobre la gestión de la campaña. En particular, por parte de los familiares de los 136 rehenes que aún quedan en Gaza, que han aumentado las protestas tras días de informaciones sobre un segundo canje —tras el que hubo en noviembre— hasta el punto de penetrar este lunes, por la fuerza y con carteles, en una reunión del comité de Finanzas del Parlamento, en Jerusalén. “¡Esto no puede seguir así! ¡Estáis aquí sentados mientras mueren nuestros hijos!”, entró a gritos uno de ellos mientras el personal de seguridad trataba de impedirlo. El grupo, con pancartas y fotos de los secuestrados, gritó a los parlamentarios frases como “¡Avergonzaos!”, o “¿Qué pasa con pagar un precio por rescatar a los rehenes?”.

El fórum que representa a las familias emitió un comunicado en el que señala que “el enfado y la agitación” en el Parlamento “podrían haberse evitado” y manifiesta su deseo de que “los representantes electos no aborden ningún otro tema que no sea el regreso de los rehenes, cuyo tiempo se acaba”.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, se reunió este lunes con un grupo de familiares de secuestrados y emitió un comunicado en el que daba cuenta de una iniciativa israelí para su liberación, que no puede “entrar a detallar”. Subrayaba que no existe “una auténtica propuesta de Hamás, a diferencia de lo que se está diciendo”. Se refería a las informaciones de que Qatar y Egipto impulsan un alto el fuego que implicaría la retirada de las tropas israelíes de Gaza durante un plazo de 90 días. El lunes, el portal estadounidense Axios dio cuenta de una propuesta israelí que incluye una pausa en el conflicto de hasta dos meses como parte de un acuerdo de varias fases, que contempla la liberación de todos los rehenes. Comenzaría con los secuestrados civiles e iría acompañada de la excarcelación de un número notable de presos palestinos y el incremento de la ayuda humanitaria.

El mensaje del Gobierno de Netanyahu contradice sus palabras del domingo, en las que dijo que “Hamás pide el fin de la guerra” a cambio de la liberación de los rehenes. Lo desechó por considerar que supondría que la muerte de cerca de 200 soldados israelíes en Gaza durante la invasión (el ejército acaba de anunciar otros tres este lunes) “habría sido en vano”.

Elecciones anticipadas

El incidente se produce también en medio de crecientes llamamientos a elecciones anticipadas, con la primera propuesta desde que comenzó la guerra de someter a Netanyahu a una moción de confianza. La presentó Merav Mijaeli, la líder del partido laborista (que no se ha sumado al Gobierno de concentración), que abandonará el cargo en abril. El motivo: precisamente “el fracaso del Gobierno israelí para traer de vuelta a los 136 rehenes”.

Soldados israelíes disparaban este lunes un mortero, en la frontera con Gaza.AMIR COHEN (REUTERS)

La iniciativa solo recabó 18 de los 120 votos y fue boicoteada por los diputados del ejecutivo, que la tildaron de “espectáculo político en tiempo de guerra”. Yesh Atid, el partido del anterior primer ministro, Yair Lapid, no la apoyó, pese a mantenerse también en la oposición, al considerarla extemporánea, pero sí ha reiterado este lunes su llamamiento a Netanyahu a sentarse con él, en tanto que líder de la oposición, para “fijar una fecha” para las elecciones anticipadas. Es una demanda cada vez más presente en protestas.

Desde que comenzó la guerra, todos los sondeos indican que Netanyahu no podría renovar su coalición de Gobierno original con ultraortodoxos y ultranacionalistas, que formó en diciembre de 2022. La última, del canal 12, apunta en la misma dirección: su partido, el Likud, se dejaría la mitad de los 32 escaños, mientras que Unidad Nacional, la formación del exministro de Defensa, Benny Gantz (hoy en el Ejecutivo de concentración), se dispararía de 12 a 37, un crecimiento a expensas de Lapid, que caería de 24 a 14.

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