¿Cómo puedo saber si sufro de «nomofobia», mi miedo irrazonable de no tener un teléfono celular (o WhatsApp)?

Antonio-Manuel Rodríguez-García, Universidad de Granada

En los últimos años, el uso de teléfonos móviles ha crecido exponencialmente, especialmente desde la llegada de los dispositivos inteligentes. Estos se han convertido en nuestros compañeros de bolsillo (y de vida) que nos acompañan a donde vayamos. Sin embargo, el uso excesivo e irracional puede causar adicción, adicción y problemas de miedo.

La nomofobia (fobia no relacionada con el teléfono celular) puede percibirse como un miedo o ansiedad extremos irracionales que surgen cuando una persona permanece durante un período de tiempo sin poder usar su teléfono celular. Ya sea porque está fuera de su alcance o porque la batería, el paquete de datos o la imposibilidad de conectarse a una red Wi-Fi están agotados.

¿Cuáles son las causas de la nomofobia?

Actualmente, la hipótesis más común en el análisis de problemas sugiere que el miedo puede ocurrir debido a cuatro factores principales: incapacidad para comunicarse con los demás, pérdida de contacto, incapacidad para acceder a la información y renunciar a la comodidad.

Un ejemplo sería el comportamiento nomofóbico si alguien olvida su teléfono en casa cuando sale y cuando se da cuenta de que está abrumado, asustado o paralizado. Si la razón es que no puede comunicarse con los demás de inmediato, o no sabe si alguien está tratando de comunicarse con ellos, debe analizar que se trata de un comportamiento nomofóbico.

Esto también se debe al hecho de que no podemos ver de inmediato las diversas notificaciones que enviamos a través de las aplicaciones instaladas en el dispositivo.

A diferencia de la adicción, la nomofobia también puede verse como un miedo más extremo que, en última instancia, obstaculiza e impide la vida diaria de una persona, especialmente cuando no puede usar un teléfono celular de inmediato.

Numerosos estudios muestran que un porcentaje importante de personas de diferentes colectivos (diferentes estudiantes de pregrado, profesores, enfermeras, médicos, etc.) padecen este problema.

Una revisión reciente de los estudios muestra que la nomofobia afecta negativamente la personalidad, la autoestima, la ansiedad, el estrés y el rendimiento académico de un individuo. También puede causar otros problemas de salud física y mental.

¿Quién es más propenso a sufrir nomofobia?

Hay varias variables que pueden predecir la nomofobia que se han utilizado en este estudio reciente. Entre ellos, destacan la sensibilidad interpersonal, el comportamiento obsesivo compulsivo y la cantidad de horas diarias que se dedican al uso del teléfono celular.

Por otro lado, la edad (especialmente común en adolescentes) y los malos hábitos de vida como una alimentación más pobre o la victimización de las horas de sueño son factores que también influyen en el desarrollo de esta fobia.

Se necesita más investigación para estudiar el fenómeno. Pero ya ha demostrado ser una de las patologías más habituales nacidas tras la reciente revolución digital.

Consecuencias del miedo al móvil

La investigación actual sugiere que este problema también puede conducir a otras condiciones derivadas. Por ejemplo, peores hábitos alimenticios, reducción de los períodos de descanso, aislamiento social, disminución del rendimiento académico y laboral y mayor distracción.

Esto también puede provocar ciertos problemas de salud. Por ejemplo, se puede desarrollar el síndrome del túnel carpiano (presión excesiva sobre el nervio medio de la muñeca que permite la sensación y el movimiento en ciertas partes de la mano). Pero también otras condiciones mentales como fobia social, hiperactividad o depresión.

Para que este problema no afecte nuestro bienestar físico y mental, necesitamos desarrollar desde temprana edad programas educativos que apuesten por el uso racional de los dispositivos móviles. Esto incluye la necesidad de lograr una competencia digital adecuada y una conciencia crítica del uso de las tecnologías de la información y la comunicación.

Recomendamos que el interesado realice un autoanálisis del tiempo empleado en el teléfono móvil. En esta mentalidad, los propósitos de su uso también deben evaluarse analizando su comportamiento al respecto.

Basado en la conciencia de sí mismo, el sujeto puede decidir si ajustar el tiempo que pasa en su teléfono celular. Y si es necesario, si necesita la ayuda de un tercero.

Por tanto, si crees que tu vida diaria se ve afectada por el tipo de teléfono que estás usando y esto te está ocasionando problemas, es posible que dependa del dispositivo, lo que puede derivar en nomofobia si no resuelves el problema.

Antonio-Manuel Rodríguez-García, profesor adjunto (Didáctica y Organización Escolar), Universidad de Granada

Este artículo se publicó originalmente en The Conversation. Lea el original.

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