el “plan ambicioso” para el transporte del mañana

En julio de 2022, Jean-Pierre Farandou, director ejecutivo de SNCF, exigió 100 000 millones de euros durante quince años para regenerar la red ferroviaria francesa, crear RER metropolitano fuera de Ile-de-France y completar algunas líneas a gran velocidad. Seis meses después, el Consejo de Orientación de Infraestructura (COI), dirigido por el diputado renacentista David Valence, se prepara para presentar al gobierno una lista de prioridades de inversión para satisfacer las necesidades de transporte durante la década 2022-2032. Y también recomienda no escatimar en medios.

En su informe anterior, el COI recordó todas las expectativas de las autoridades locales. Esta vez, ordena y elimina, para iluminar al Primer Ministro. “El Consejo es una herramienta de objetivación de las elecciones públicas”, explica su presidente. Los diputados, senadores, electos de todas las corrientes políticas y los expertos que la componen han multiplicado las audiencias para llegar a estas propuestas. Depende del gobierno decidir.

Este informe, hecho público por los sitios de información Mobilettre y Context, antes de su presentación oficial a la Primera Ministra, Elisabeth Borne, envió tres mensajes claros. El primero es la necesidad de reducir la huella de carbono del transporte y, para ello, invertir principalmente en ferrocarril. La segunda es que, incluso con opciones, se necesita mucho dinero para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones. La tercera es que tenemos que ver a muy largo plazo: el informe está proyectado hasta 2042, ¡para cuatro quinquenios!

trenes nocturnos

Por lo tanto, no sigue la hoja de ruta inicial dada por el Ministro de Transportes, Clément Beaune. Presionado por el Ministerio de Hacienda, éste primero había solicitado un escenario en el que no se produjera el gasto, que se presentó en la ley de orientación a la movilidad de 2019 (ya revisada al alza), a saber, 54.800 millones de euros durante el período 2023-2027, luego 65.800 millones de euros entre 2028 y 2032. De ninguna manera, dijo el COI, porque eso “Llevaría a un período de cinco años donde el patrimonio se deteriora, donde se detienen las operaciones de modernización y desarrollo” : seria solo «un escenario de crisis». El COI por lo tanto favorece otro escenario, “planificación ecológica”, adoptado por unanimidad de sus miembros. Lleva la factura a 84.300 millones de euros durante el período 2023-2027, luego a 90.000 millones de euros entre 2028 y 2032. Para los próximos cinco años, será necesario encontrar casi 30.000 millones de euros adicionales.

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