Balonmano Juegos Olímpicos: Los Warriors caen ante Hungría y juegan su lugar con Rusia en los cuartos de final

Balonmano  Juegos Olímpicos: Los Warriors caen ante Hungría y juegan su lugar con Rusia en los cuartos de final

Actualizado

31.07.2021 –
13:59

Las Guerreros pospusieron su avance a los cuartos de final hasta el último día. No pudieron aplastar a ninguno de ellos húngaro que fue superior a los españoles durante todo el partido (29-25). La selección húngara marcó primero en estos partidos, mientras que España tendrá que aguantar más de cerca a Rusia si no quiere quedarse sin un pase en la cruz.

La derrota castigó la falta de lanzamiento de la selección española, que sufrió de lo indecible desde el inicio del partido para solucionar sus ataques.

No es que España no pudiera hacer circular el balón con fluidez, de hecho, España Carlos Viver Le dieron al balón una ventaja sobre sus muñecas y alas, pero la falta de puntera los condenó. A veces por errores cometidos por sus propios errores, otras por el buen hacer del portero Blanka biro, que detuvo tres de los cuatro primeros tiros de la selección española, lo cierto es que España solo marcó un gol en el marcador después de los primeros seis minutos de juego. Tampoco lo perdió Hungría, que, a diferencia de las Guerreras, rediseñó prácticamente todas sus carreras para generar más que confusos ingresos de cuatro goles (5-1), lo que obligó al técnico español a pedir tiempo con urgencia.

El paro sirvió de poco a las Guerreras, que no solo aumentaron aún más las estadísticas del portero Biro, sino que también comenzaron a encadenar el balón, lo que aumentó aún más la desventaja (7-2). Pero cuando la selección española no funcionó en ataque, la defensa sonó bien, a pesar de las dificultades para penetrar en la zaga lateral izquierda Petra Vamos, que mantuvo vivas las esperanzas. Estas posibilidades de reacción aumentaron exponencialmente gracias a las defensas de Silvia Navarro, que mantuvo a la selección española durante muchos minutos con sus intervenciones. Aferrándose a las paradas en Valencia, la defensa española empezó a causar cada vez más dificultades a un equipo húngaro que ya no era tan efectivo como al principio.

Reacción al sueño

La mejora en defensa permitió a España reducir su desventaja en el desigual resultado del entretiempo (14-11) ya que Guerreras cometió errores de lanzamiento. Pero la selección española encontró su camino: defensa, defensa y más defensa. Y eso se aplicó en los primeros minutos del segundo tiempo, lo que permitió a los hombres de Carlos Viver subirse un poquito al marcador (15-14). Sin embargo, cada vez que España parecía finalmente poder igualar el resultado, se producía un fallo inadecuado o pérdida del balón. Estos errores convirtieron los altibajos de la selección española en el marcador, que parecía quebrarse definitivamente por detrás de los siete goles (23-16) que tenía once minutos después de la reanudación.

Pero cuando todo parecía perdido, apareció el carácter irreductible de la selección española, el gen guerrero que permitió a España reingresar al partido gracias a su defensa y la parada de Merche Castellanos, que sustituyó a Navarro en la segunda parte.

La reacción permitió que los jugadores de Viver estuvieran a solo un gol de diferencia. 24-23, quedan menos de nueve minutos. Sin embargo, este no era el día de España. Como sucedió al inicio del partido, volvió a colapsar con el portero Blanka biro, quien, con tres paradas prácticamente consecutivas, derrotó decididamente al equipo de Viver (29-25). Rusia para marcar el destino de la mujer española.