Milei tilda a Hamás de “nazismo moderno” en su visita al Museo del Holocausto en Jerusalén | Internacional

Algunos de los más importantes mandatarios del mundo se han desplazado a Israel durante la guerra que ha entrado en su quinto mes este miércoles. Pero la visita del presidente de Argentina, Javier Milei, es la más cómoda que se ha encontrado el Gobierno israelí. Un bálsamo para un primer ministro, Benjamín Netanyahu, en horas bajas. “No podemos callar ante el nazismo moderno, hoy disfrazado del grupo terrorista Hamás”, afirmó Milei durante su visita al Museo del Holocausto en Jerusalén. El presidente pidió la liberación de los más de 100 rehenes que siguen en manos del grupo islamista, pero no hizo referencia a la muerte de casi 28.000 habitantes de Gaza a manos de las tropas israelíes. Su discurso mantuvo la línea dibujada durante la presente contienda por el propio Netanyahu, que ya dijo que “Hamás son los nuevos nazis”.

El primer ministro le había otorgado previamente una calurosa bienvenida a su invitado ajena, según el comunicado hecho público, a los tiempos convulsos que vive el país. “Eres un gran amigo del Estado judío. Estamos encantados con tu decisión de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y trasladar allí al equipo diplomático y, por supuesto, también la embajada”, le dijo Netanyahu al presidente argentino. Esa nueva sede de la legación, aunque ya anunciada, es el movimiento más importante de la visita y de las nuevas relaciones entre ambos países. El jefe del Ejecutivo israelí expresó sus deseos de “prosperidad, seguridad y paz” sin ahondar en el conflicto armado desatado desde la matanza de unas 1.200 personas en Israel a manos de Hamás el pasado 7 de octubre y cuya gestión se le está complicando cada vez más.

“Al admirar las tenebrosas imágenes del Holocausto me pregunto dónde estaba el mundo libre entonces. Y hoy me vuelvo a cuestionar exactamente la misma pregunta. Dónde está la voz del mundo libre reclamando y exigiendo la liberación de los más de 100 secuestrados desde hace más de 100 días” en Gaza, dijo Javier Milei en alusión a uno de los asuntos más espinosos a los que se enfrentan las autoridades de Israel en esta guerra. Nunca antes de la actual coyuntura bélica el país se había enfrentado en sus 75 años de historia ni a un ataque tan atroz ni a un número tan alto de rehenes. Más de 100 de los aproximadamente 240 capturados el 7 de octubre fueron liberados en un alto el fuego a finales de noviembre. Pero estos días quedan todavía en el enclave palestino en torno a 130, de los que 31 estarían ya muertos, según datos de las autoridades israelíes. Entre ellos, hay nueve de origen argentino, una importante comunidad en Israel.

“Es la primera vez que visito Israel y este museo. Hoy mis ojos y mi corazón vieron imágenes de unos de los momentos más oscuros de la historia de la humanidad. Pero veo contrastes, dentro del museo veo la destrucción y la muerte mientras que fuera veo el extremo opuesto, reconstrucción y vida”, comentó Milei en el segundo de sus tres días de visita oficial a Israel, la primera bilateral a un país extranjero tras arrasar en los comicios presidenciales de noviembre del año pasado. Este jueves, tiene previsto desplazarse hasta el kibutz Nir Oz, uno de los escenarios en los que Hamás cometió la matanza el 7 de octubre.

La libertad y la vida fueron los términos más repetidos por el presidente argentino en el atril. El grito de “¡Viva la libertad, carajo!”, coreado como eslogan por Milei, se ha hecho tan famoso que hasta un grupo de escolares de visita al museo lo gritó cuando observaron la comitiva. Ya se había escuchado la noche del martes, cuando Milei, que no oculta su deseo de convertirse al judaísmo, acudió al Muro de las Lamentaciones en la zona vieja de la Jerusalén Este ocupada por Israel. Allí lloró emocionado y recibió un caluroso baño por parte de la ciudadanía, muchos de ellos de origen argentino.

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El exterminio de seis millones de personas durante la II Guerra Mundial impulsó el nacimiento del delito de genocidio. Sobre esos pilares y sobre la barbarie nazi, se edificó el Museo del Holocausto de Jerusalén. Hoy, a la sombra de esas más de 28.000 vidas palestinas segadas por las tropas israelíes en Gaza, la comunidad internacional ha vuelto a poner sobre la mesa el término. El Tribunal Internacional de Justicia, con sede en La Haya, consideró a finales de enero “verosímil” que Israel esté cometiendo acciones en la Franja palestina que constituyan ese crimen internacional. Esa institución reclamó que las autoridades y el ejército tomen medidas para evitar que se lleve a cabo, ahora, un genocidio contra los palestinos.

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