En el corazón de los secretos industriales de Dacia, el cajero automático del grupo Renault

Durante las dos últimas semanas, una noria de coches procedentes de Bucarest ha dado servicio a la planta de Dacia en Mioveni (Rumanía). Además, se invitó a mil distribuidores, socios y periodistas a descubrir el sitio de producción de la filial de Renault. Relajado y sonriente, Denis Le Vot, el jefe de la marca, recibió personalmente a los visitantes, incluidos El mundopara esta bien establecida operación de comunicación.

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En un edificio nuevo, adjunto durante la pandemia de Covid-19 al taller de estampación, Alina Predescu detalla el funcionamiento de la nueva prensa de alta velocidad. “Este equipo solo existe en cinco fábricas del grupo Renault: en Maubeuge [Nord], en Tánger (Marruecos), en Palencia (España), en Bursa (Turquía) y aquí. Costó 37 millones de euros, detalla el jefe de este departamento. En mayo produjo 704 campanas por hora. » Enumera las marcas de los robots suizos, alemanes o coreanos de la línea. Solo industriales de alta gama.

Un poco más allá, en otro hangar, un coche sale de la cadena de montaje cada cincuenta y cinco segundos, unos segundos menos que en las líneas más eficientes de Renault, e incluso de Toyota. En definitiva, de esta fábrica salen cada año 350.000 Logan, Stepway, Duster, Jogger (que existen como híbridos), en blanco, gris cometa o caqui liquen –el color que ahora viste a los concesionarios Dacia–.

En el transportador, una pantalla indica el rendimiento en tiempo real: 65,5 vehículos por hora. Y el gerente de la fábrica se felicita a sí mismo: “Estamos funcionando al 98,5% de nuestra capacidad. Es la segunda mejor actuación del grupo por detrás de la factoría de Tánger, pero queremos convertirnos en el “banquillo”., el explica. El «banco» es el punto de referencia, la referencia, el santo grial para los administradores del sitio rumano, que funciona según el modelo de tres-ocho, seis días a la semana y once meses de cada doce. El séptimo día y el duodécimo mes se entregan al mantenimiento.

Pocos modelos y opciones

Un total de 10.500 personas trabajan allí cuarenta horas a la semana, a menudo cuarenta y cuatro horas con horas extra, gracias a lo cual el salario medio es de 1.200 euros netos de media. Un nivel de retribución que permite tener una fábrica mucho menos robotizada que sus equivalentes en Francia o España. En la edificación de chapa, la tasa de automatización del 44% pasará al 52%, lejos del 80% o más de una fábrica francesa o española. “Un robot es capital inmovilizado que se adapta menos fácilmente que la masa salarial a la demanda o falta de componentes”observa Christophe Dridi, el director industrial, que lo cuenta todo.

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