30 céntimos menos en una nómina de 1.500 euros: el instrumento para sostener las pensiones crece ligeramente en 2024 | Economía
España afronta un importante reto demográfico: la jubilación de la pobladísima generación del baby boom, que hará que el número de pensionistas pase de los nueve millones actuales a unos 15 millones en 2050. Para hacer frente a este cambio de paradigma, el Gobierno aprobó en la pasada legislatura una reforma que aumenta los ingresos del sistema. Entre las vías más destacables para este fin está el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), un recargo en la cotización que asciende de forma progresiva. En la nómina de enero estrena un ligero incremento: pasa del 0,6% de 2023 al 0,7% de 2024.
Del 0,6% del año pasado, el 0,5% lo ponía el empresario y el 0,1% el trabajador. Ahora, el reparto es del 0,58% para el empleador y del 0,12% para el asalariado. Así, un trabajador con una base de cotización de unos 1.500 euros abonaba por el MEI un euro y medio en 2023, mientras que su empleador aportaba 7,5. Este año, si esa nómina ha quedado congelada (así que pierde poder adquisitivo, ya que los precios crecieron un 3,55%), la empresa aporta por el MEI 8,7 euros y el trabajador, 1,8 euros. Así, la diferencia respecto a la nómina de diciembre de 2023 sería, por tanto, de unos 30 céntimos.
El secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CC OO, Carlos Bravo, recuerda que la cotización a cargo del trabajador es deducible en la declaración de la renta a la hora de determinar la base imponible. Es decir, los 1,8 euros del ejemplo anterior “se reducirán en la declaración de la renta, bien vía una mayor devolución, bien vía una menor tributación, en el tipo marginal que soporte el trabajador en la declaración de la renta”, indica. “El importe aportado es, en términos netos, por tanto, menor, al soportar una parte del mismo la Hacienda pública, mediante este sistema de transferencia indirecta adicional a Seguridad Social”.
El MEI seguirá subiendo en los próximos años para reforzar los ingresos del sistema. La senda de incremento es la siguiente: 0,8% en 2025 (0,67% el empleador y 0,13 el trabajador), 0,9% en 2026 (0,75% y 0,15%); 1% en 2027 (0,83% y 0,17%), 1,1% en 2028 (0,92% y 0,18%), 1,2% en 2029 (1% y 0,2%). De 2030 a 2050 se mantiene en ese 1,2%, pero con distribución equivalente entre el empresario y el trabajador.
Este recargo en las nóminas tiene como objetivo sustentar el sistema de pensiones, la mayor partida de gasto del Estado (en torno a un 12% y subirá hasta el entorno del 15% en tres décadas). La pensión media mensual se sitúa a 1 de enero de 2024 en 1.379 euros al mes. Es mucho menor entre mujeres (1.197) que entre hombres (1.557).
A la espera de la subida en el SMI
Por otro lado, algunos asalariados que perciben el salario mínimo interprofesional (SMI) han podido sorprenderse al consultar su nómina estos días. Aunque sindicatos y Gobierno acordaron y anunciaron hace semanas un incremento del 5%, de manera que crece de 1.080 euros brutos al mes en 14 pagas a 1.134, este incremento aún no ha sido refrendado en el Consejo de Ministros. De ahí que las nóminas mínimas de enero no recojan la subida.
En el Ministerio de Trabajo vienen insistiendo en que el nuevo SMI se aprobará pronto y que subirá con efectos retroactivos, así que el alza que correspondería a enero se abonará igualmente.
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